Idioma: Tsa‘fíqui
(verdadera palabra). Tiene cierta similitud en el léxico con el Chá palaa
(idioma de la nacionalidad Chachi) y con
el Awapít (idioma de la nacionalidad Awá), pero a la vez registra grandes
diferencias en el sistema fonológico,
sintáctico y en la estructura gramatical, por lo que se puede decir que
son lenguas diferentes.
Origen: Descubrir
los orígenes de lo que actualmente conocemos como nacionalidad tsáchila ha
llevado a decenas de investigadores a realizar estudios profundos sobre el tema
a lo largo de los dos últimos siglos. Aunque en algunos datos difieren esos
trabajos, las coincidencias predominan.
Los Caras se
fusionan con los Quitus y en períodos largos se van conformando y distinguiendo
diferentes familias de las cuales es descendiente la rama de los Colorados.
Territorio: Su
asentamiento tradicional fue paulatinamente invadido por la colonización,
desarrollada a partir sobre todo de la década del 60.
Hoy
constituye un eje económico de relación entre la Costa y la Sierra y centro de
acopio y mercado de productos, en el cual se asientan empresas ganaderas,
agroindustriales, plantaciones de palma y fábricas de procesamiento de aceites
vegetales.
Dispone de
19 119 ha (una ínfima parte de su territorio ancestral) legalizadas por la
comunidad. Al momento conservan de ellas sólo 9 060 ha, mientras que 9 940ha
restantes han sido invadidas por colonos, que siguen ampliando sus dominios sin respetar el derecho de posesión
y adjudicación legalizado por el Estado. Los casos más críticos son los de la
comuna Otongo Mapalí que perdió 2 378 ha de las 2 878 ha que le fueron
adjudicadas, y de la Comuna Filomena Aguavil (Taguaza) que perdieron 136 ha de
las 180 ha adjudicadas por el Estado; en esta última se asienta un
grupo de 12 jefes de familia, con un total de 28 Tsáchilas y se
encuentra en proceso de desaparición debido a que los propios líderes negocian
sus parcelas.
Actualmente
esta nacionalidad esta ubicada en la provincia de Santo Domingo de los
Tsáchilas, en el cantón Santo Domingo, parroquia Puerto Limón. Su territorio es
aproximadamente de 9.060 há y su población según el censo realizado en 1997 es
de 21.394 habitantes, que se encuentra agrupada en ocho comunidades:
Comunidad Cóngoma Grande (Santo Juan)
Comunidad
Los Naranjos
Comunidad El
Búho de los Colorados
Comunidad El
Poste
Comunidad
Peripa
Comunidad
Chigüilpe
Comunidad
Otongo Mapalí
En la
actualidad, siete de las comunidades Tsa´chilas se han organizado jurídicamente
como Comunas, con sus respectivos Cabildos y con una organización madre llamada
Gobernación, organización que tiene el reconocimiento y relación directa con
los gobiernos locales y el gobierno central.
Ubicación
Geopolítica:
Provincia Santo Domingo de los Colorados, parroquias Puerto Limón y periferia
de la cabecera cantonal de Santo Domingo de los Colorados (La Aurora).
Accesos: Se
puede acceder por la vía Aloag-Santo Domingo y de ahí al resto de comunidades.
Población y
Organización Social: Según un censo realizado en 1 997, su población alcanzaba
los 2 640 habitantes, que se encuentra agrupada en ocho comunidades: Cóngoma Grande (Santo Juan), Los
Naranjos, El Búho de los Colorados, El Poste, Peripa, Chigüilpe, Otongo Mapalí y Filomena Aguavil (Tahuaza)
asentados en la zona rural del Cantón de Santo Domingo de los Colorados.
Organización sociopolítica: Las
comunas, que son
uniones de familias
nucleares con vínculos
de consanguinidad y afinidad
patrilineales, se constituyen
en núcleos de
cooperación y ayuda
mutua. Tiene dos formas de
autoridad: el Cabildo, organización de nuevo tipo establecida por el Estado, y
la tradicional con un jefe llamado "Miya", que legendariamente
siempre ha sido un ―Pone‖ o ―Vegetalista‖, como su máxima autoridad. El Miya
ordena las actividades cotidianas de la comunidad y cura las enfermedades, ya
que tiene el poder que le dan los espíritus; es quien preserva la memoria
colectiva y el saber de su pueblo y lucha por la defensa de su
identidad y su cultura; por lo tanto, es el guía espiritual y conductor social
y político.
La
estructura organizativa de la Nacionalidad Tsa‘chila está constituida
jerárquicamente por la Asamblea General, el
Consejo de Gobernación, los Cabildos Comunales y las Comisiones
Comunales. Los Cabildos Comunales se sujetan a la Ley de Régimen de Comunas y
presenta la terna para la elección del Teniente de la Comuna que los representa
en el Consejo de Gobernación; ante su ausencia, lo sustituye el Gobernador. La
Asamblea General es la máxima instancia y autoridad de resolución de la
Nacionalidad Tsa‘chila y está compuesta por los miembros
Tsáchilas, mayores de 18 años, de las ocho comunidades. En el caso de la
administración para las mejoras de obra y de justicia, los Cabildos son la
primera instancia de solución; las resoluciones allí tomadas sirven como
documento de antecedente para las resoluciones de otras instancias.
El
Gobernador es la autoridad inmediata y representativa de la nacionalidad
Tsáchila y es electo en forma democrática en Asamblea General, con voto
secreto; su nombramiento es de carácter vitalicio, sin ser hereditario. Legendariamente, siempre el Miya ha sido Pone
y puede ser destituido por causas especiales contempladas en el Estatuto.
El Consejo
de Gobernación está conformado por los Tenientes de las Comunas y está
presidido por el Gobernador y, en su ausencia, por el Presidente del Cabildo.
Actualmente, la nacionalidad Tsa‘chila tiene grandes desacuerdos que han dado
como resultado dos bandos claramente definidos en sus tesis: mantener su forma
de gobierno ancestral o cambiar su sistema de gobierno.
La
Nacionalidad Tsa‘chila es una organización de derecho privado, apolítica,
areligiosa y no es oficialmente miembro de la CONAIE, ante la cual tienen
definido su punto de vista en cuanto a los objetivos de la misma; sin embargo,
se consideran parte integrante de las luchas de los movimientos sociales.
Vestimenta: Tradicionalmente,
el Hombre colorado como
parte principal de su atuendo utilizaba un manpe tsanpá, llamado
chumbillina, un sencillo corte de tela rectangular, semejante a una falda usada
unos diez o quince centímetros por encima de la rodilla, con rayas en colores
azul marino y blanco. Las franjas no debían tener menos de dos centímetros ni
más de cuatro.
También
consta el sendori, de color rojo y que lo usaba como faja, dándole dos vueltas
alrededor de la cintura y ajustándolo con un nudo delantero.
Para tener
cubierta la parte superior del tronco vestían el nanun panu (tela para tener al
hombre). Esta prenda de vestir
rectangular mide 90
centímetros por 1.80
centímetros. Para asistir
a una fiesta tradicionalmente se ha utilizado el
nanun panu especial de seda o de algodón estampado.
Como parte
importante de su presentación, el hombre Tsáchila aún se rasura el cabello por
la parte posterior de la cabeza hasta muy cerca de la corona, teniendo el
cuidado de dejar en la parte superior el pelo muy largo al que hacían caer
hacia delante, embadurnándolo con el líquido rojizo extraído del achiote. Para
que el pelo quedara rígido, sobresaliendo en la frente como una sola masa, lo
unta con abundante vaselina sólida (antiguamente usaban la grasa de árbol
tangaré en vez de vaselina).
Para las
fiestas, a más de su atuendo tradicional, el hombre de esta etnia agregaba un
misilí, un adorno de algodón de figura circular como una especie de corona
con un diámetro comprendido entre los 12 a 18 centímetros. Además, se ataviaba
el cuello con cintas amarradas y sujetadas en la parte delantera con un
imperdible; podían reemplazar las cintas por un Winun panu, una tela cuadrada
de unos de unos ochenta centímetros por lado.
El súlulu es
banda circular de plata en la cual hay unidas muchas ajorcas y que se lo ponían
encima de las cintas o del winun panu.
Los
colorados adornaban sus muñecas con los calatasillí, unas pulseras de plata de
unos 6 a 7 centímetros de largo, amarradas en los extremos circulares con
piolas. Estos adornos los empezaban a usar al momento de casarse como prueba de
virilidad. Si enviudan se los quitaban en señal de luto.
La piel que
no estaba cubierta por ninguna prenda de vestir se la pintaban de rojo, con mu
-achiote- y de negro con mali - el huito-. Con el huito trazaban en el rostro
franjas horizontales, un poco delgadas, dejando para el tronco y las
extremidades el dibujo de líneas más gruesas.
Algunas de
estas prendas sí las usan los tsáchilas, pero en eventos especiales como la
fiesta del Kasama, no como forma común de vestir.
La MUJER
Tsáchila, en cambio, aún utiliza el tunán, como prenda principal de su atuendo,
que es una falda amplia en la que se alternan los colores verde, azul, amarillo
y el rojo; va asegurada a la cintura. La distribución de los colores se da de
acuerdo al gusto de la mujer que la usa.
El largo de
la prenda depende de la edad de la mujer; si es anciana puede llegarle casi
hasta los tobillos; si es joven, hasta la rodilla o aún más arriba, según el
gusto de la chica. Además, antes llevaba amarrada al cuello una tela de 90 por
90 centímetros que no tiene nombre.
Como
complemento de su vestuario adornaba el cuello con win (mullo), la chaquira o
centecillas de vidrio que las preferían de color azul marino y rojo brillante.
Por supuesto que hay mujeres de avanzada edad que no quieren olvidar su
abalorio antiguo y usan entonces semillas o pepitas silvestres a las que
insertan en piolas usándolas conjuntamente con el mullo.
Cuando
salían antes a la ciudad decoraban su cuerpo con el negro del hito y el rojo
del achiote, semejante a la pintura de los hombres. Era común, hasta hace poco
tiempo, pintarse con un punto rojo de achiote en el centro de la frente y en
toda la raya del cabello. No usaron nunca el achiote en el cabello, pues éste
es uso exclusivo del hombre colorado.
Cuando la mujer asistía a una fiesta también usaba un cinturón de tela
semejante al sendori de los hombres, que puede ser del color que la mujer
prefiera, no solamente rojo.
Economía: La
caza, la
pesca y la
recolección eran las
principales actividades de
su economía de
subsistencia. Actualmente participan de la economía de mercado mediante
la ganadería, la comercialización del plátano, el cacao, el café, el
ecoturismo, además de la práctica de la medicina tradicional con fines
comerciales.
En el
trabajo de su chacra, Wita, emplean el sistema de rosa y quema que lo practican
en la estación seca; cultivan sus
productos a inicios de la estación
lluviosa. El hacha y el
machete, son sus herramientas principales de trabajo.
El plátano
es su principal producto del que cosechan diversas variedades. Además cultivan
yuca, cacao, maní, caña de azúcar, café, ñamé, camote, pimienta, ají, achote,
calabazas; frutales como piñas, chonta, papaya, coco, guaba, zapote. Estos
productos son destinados primeramente a la autosubsistencia, y los excedentes a
la comercialización en los mercados locales.
En su chacra
cultivan además otros productos no alimenticios: plantas para la pesca como el
barbasco y diversidad de plantas medicinales. El profundo conocimiento sobre el
poder curativo de las plantas, es uno de los rasgos más importantes de la
identidad y la cultura Tsa´chila.
Para cazar,
antiguamente utilizaban la bodoquera que prácticamente ha desaparecido por el
empleo de la carabina introducida por los colonos mestizos. Entre los animales
que cazan podemos encontrar mono, siervo, sajino, guanta, guatuza, armadillo,
oso hormiguero, cuchucho, ardilla y varios roedores, entre otros. El pecari,
importante fuente proteínica, casi ha desaparecido como consecuencia de las
enfermedades traídas por los caballos de los colonos; de igual manera, algunas
aves están desapareciendo.
La pesca es
otra actividad de subsistencia que aún tiene importancia. Pescan, entre otros,
el bocachico, el campeche, el barbudo,
tortugas, serpientes de
río y ostras.
La pesca está
destinada básicamente al autoconsumo. Para la pesca emplean dos
tipos de redes, la raya y la atarraya; trampas o "lechos de pescado"
como el batán; y venenos naturales como el tote y el barbasco. Últimamente, se
ha generalizado el uso de la dinamita, lo que está provocando un acelerado
proceso de disminución de la población de peces y problemas de contaminación en
los ríos.
Recolectan
semillas y palmas de diferentes árboles como chonta, plátano, palma real,
copal, papayuelo etc., además de una diversidad de larvas comestibles. La
ganadería se ha convertido en su nuevo modelo de reproducción económica,
especialmente el ganado vacuno
y porcino, cuya producción la venden a los intermediarios o
en los mercados locales. Además, en muy pequeña proporción, se dedican a la crianza
de gallinas y cuyes destinados generalmente al mercado local.
La artesanía
no es una actividad que les ofrezca muchos recursos ni que tenga demanda en el
mercado turístico; su producción, más bien, está destinada al
autoconsumo. Se dedican al tallado de balsa, caña, pambil y otras maderas.
Trabajan en telar de cintura el tejido de sus prendas de vestir y en menor
escala la alfarería; estas actividades artesanales están casi desapareciendo
como consecuencia de la introducción de productos que encuentran en los mercados
locales. El turismo se está volviendo
una actividad económica muy importante entre los Tsachilas, los cuales están iniciando la explotación de
los recursos paisajísticos naturales y sitios sagrados que poseen, así como el
potencial de su riqueza cultural, a fin de desarrollar esta actividad desde
perspectivas autogestionarias.
La
alfarería, el trabajo textil, la cestería, el cuidado de la casa, de los niños,
la cocina, las chacras familiares y de los animales domésticos, así como la
obtención de leña y agua, es responsabilidad de las mujeres.
Los hombres
tienen como obligación las actividades agrícolas de la selva, el trabajo de
tala y quema, el desbroce del monte, la
caza, la construcción de sus viviendas, de sus herramientas de trabajo, de los
muebles, de los instrumentos musicales y la elaboración de redes.
No existen
tabúes que impidan la participación de la mujer en las actividades productivas,
por ello ayudan en la siembra y la cacería si es necesario, mientras que la
pesca, la recolección y el trabajo de cestería es una actividad conjunta de
hombres y mujeres.
La
"minka" es una institución obligatoria que regula el trabajo
colectivo; su inasistencia es motivo de sanción. Para la construcción de sus
viviendas, la pesca y la agricultura, solicitan la ayuda de sus parientes,
pudiendo verse la práctica efectiva de
una lógica de reciprocidad balanceada muy vigente. Para la realización del
trabajo colectivo se respeta la organización comunal y las resoluciones del
Cabildo.
Vivienda: Antes
era una sencilla casa rectangular de 7 a 15 metros de longitud y de 5 a 10
metros de ancho. La casa era una sola
pieza. Paredes de guadua o pambil rajado. Los pilares de pambil rollizo. La
cubierta de dos aguas acabada con paja denominada cade. Ahora, la mayoría de
casas presentan construcciones mixtas de cemento, madera o caña guadua.
Cosmovisión:
Kasama es la única fiesta que celebran los miembros de la etnia Tsáchila. En el
idioma tsafiqui "Kasa" significa nuevo y "ma" día, entonces
Kasama es el inicio de un nuevo día o nuevo año.
Esta festividad
se dejó de celebrar durante tres décadas, pero a partir de 1998, por iniciativa
de Ramón
Aguavil, se
retomó esta importante celebración dentro de la etnia tsáchila.
La fiesta de
Kasama, que marca el inicio de un nuevo año, que siempre coincide con el Sábado
de Gloria (para los católicos), representa mucho más que para los occidentales
la celebración del año nuevo. A este evento concurren todos los miembros de la
etnia, de todas las comunas y es el tiempo para reafirmar las raíces, saludar a
la familia, hacer las paces, desear prosperidad, etc.
Aguavil nos
comenta que en antaño en esta celebración los padres de los jóvenes realizaban
el pedido de la mano de una chica, los marimberos deleitaban a los presentes
con su música, se tomaban bebidas especiales, se realizan peleas, etc..
En la
actualidad se realizan presentaciones de danza, teatro, música y de concursos
de tiro al blanco, equilibrio y natación, también demostraciones de habilidad
en caza y pesca.
Costumbres
En el caso
de los tsáchilas, aún hay gente que se resiste a dejar morir su cultura y lucha
cada día para sobrevivir junto a la selva de cemento. Nacimiento de un niño:
Antes, cuando nacía un niño, la costumbre tsáchila era cortarle el cordón
umbilical con un cuchillo de guadúa o pambil y enterraban la placenta debajo
del fondo del fogón de la cocina. Esas prácticas han desaparecido y hoy los
bebés nacen, en la mayoría de casos, con asistencia médica.
Muerte: Otra
tradición muy antigua de los tsáchilas era que cuando moría un miembro de la
familia, inmediatamente el resto desocupaba la casa porque creían que el alma
del difunto regresaba a instalarse en la casa.
Turismo:En
la actualidad se puede visitar estas comunas y realizar turismo comunitario.
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